05 octubre 2007

"El arte"

Sin lugar a dudas el fútbol por encima de todo es arte. Atrae a grande multitudes, genera y mueve un incalculable valor monetario, es seguido con pasión, cada partido es comparable al mejor de los estrenos y para muchos de nosotros, sé es fiel a su club como si de una religión se tratara o, a veces, mucho más que esto.
Como en todo arte y como en la vida en general, hay buenos, hay malos y hay tramposos. Hoy queremos denunciar a éstos que tan bien interpretan el arte de simular, engañar, exagerar y estafar. Algunos dicen que es de “pillos” o “listos” intentar sacar partido de jugadas dudosas. Sin duda. Pero otra cosa muy diferente es intentar engañar al juez simulando o exagerando una acción para que el equipo rival sea sancionado o perjudicado. Siempre se ha dicho que el deporte es de “caballeros”, que se debe jugar limpio, se debe ser noble y se debe saber ganar tanto como perder. Sin lugar a dudas las faltas y el juego duro forman parte del fútbol y para esto existen las sanciones pertinentes, pero dejarse caer, simular un golpe o retorcerse de dolor cogiéndose la rodilla cuando te han pisado, es de jugadores poco caballeros.
Existen innumerables ejemplos de jugadas y jugadores, es más, a diario se pueden observar. El ejemplo más reciente y, uno de los más cómicos de los últimos tiempos, lo pudimos observar esta semana en los duelos de Champions.
Fue el miércoles en el Celtic Park, donde jugaban el Celtic de Glasgow con el AC Milan. Tras el segundo y decisivo gol del Celtic, que acabó ganando el partido por dos goles a uno, un hincha local, también conocidos como hooligans, saltó al campo. Tras pasar por delante del guardameta visitante, el brasileño Dida, le dio un “golpe”, si se le puede llamar así, en el cuello. Sin lugar a dudas este comportamiento debe ser sancionado así como multar al aficionado. La reacción instintiva del arquero fue echarse a correr detrás del aficionado para darle su escarmiento pero tras dos pasos…se dejó caer simulando un doloroso golpe en la cara! Imperdonable. El arte del teatro se puso en marcha y tras llegar los masajistas, médicos del club y demás, le aplicaron hielo en su pómulo derecho, que no cuello, y se lo llevaron en camilla los respectivos enfermeros del estadio.


¿Porqué una reacción así?
¿Se deberían sancionar estos casos tan extremos?

Se sabe que dejarse caer, sobre todo dentro del área o intentar engañar al árbitro conlleva la correspondiente tarjeta amarilla, a pesar de que pocas veces se usa y cuando se aplica, se hace mal.

¿Creéis correcto sancionar estos comportamientos?
¿Creéis que forma parte del juego o, por el contrario, se debe intentar eliminar estos comportamientos por el bien del deporte en general?

Hablemos de teatro. (Escrito por Axel).

1 comentario:

Unknown dijo...

"a pesar de que pocas veces se usa y cuando se aplica, se hace mal."

ya estamos criticando al colectivo arbitral! mal asunto eh!!